«Una vez fui Asesino… ahora les doy caza. Debo destruir a aquellos que osaron llamarme hermano.»―Shay Cormac
Shay Patrick Cormac (c.1731 - ¿?) fue un miembro de la Orden de los Templarios. Capitán del Morrigan, operó en el Océano Atlántico y la costa este de la América Británica. Cormac perteneció a los Asesinos antes de unirse a los Templarios, y se dedicó a cazar a sus antiguos hermanos, en el proceso viajando por Nueva York y los montes Apalaches y el océano Atlántico Norte.
Biografía
Vida temprana
Shay Cormac nació en algún momento en el año de 1731 en la ciudad de Nueva York, en una familia de inmigrantes irlandeses. Su madre murió en el parto, y como su padre era un marino mercante, a menudo se ausentaba de su hogar, Shay fue criado por su tía. Creció en la parte más conflictiva de la ciudad, para la suerte de Shay quien tenía el don para meterse en problemas, y estaba constantemente protegido por su amigo más cercano, .
Finalmente, Shay se unió a su padre en el mar, y aunque se perdió de la compañía de su amigo, él comenzó a entrenar en el manejo de la espada y su puntería a temprana edad, incluso yendo tan lejos que dio cara y mató a un capitán pirata que los atacaba, salvando el barco de su padre. Sin embargo, la tragedia lo golpeó en 1747, cuando una feroz tormenta se cobró la vida del padre de Shay y varios miembros de la tripulación.
Destrozado y desolado, Shay vagó por las calles de Nueva York, provocando peleas en las tabernas, hasta que fue ayudado una vez más por Liam, quien logró que su amigo volviera a la realidad. Más tarde ese año, Liam presentó a Shay a su mentor,Aquiles Davenport, y Shay se unió a la Hermandad no mucho después. Durante los próximos cuatro años, Shay se dedicó a la Orden y el Credo, sirviendo activamente. Sin embargo, él todavía cuestionó los motivos de los Asesinos y los de los Templarios, sus enemigos jurados. Con el tiempo, él expresó estas dudas, cuestionando a Liam acerca de la moralidad de las acciones de los Asesinos y Credo y el control cada vez más estrecho de su mentor hacia ellos.
En 1752, durante una misión en el Atlántico Norte, Shay y Liam se reunieron con su compañero Louis-Joseph Gaultier, Chevalier de La Vérendrye, que se suponía iba a reunirse con unos contrabandistas que transportan carga valiosa. Cuando los contrabandistas fueron interceptados y capturados por los británicos, Shay se infiltró en el campamento de los contrabandistas, eliminó a los guardias británicos, y se apoderó de la nave que los soldados habían usado, una corbeta de guerra llamado "Morrigan".
Shay Patrick Cormac (c.1731 - ¿?) fue un miembro de la Orden de los Templarios. Capitán del Morrigan, operó en el Océano Atlántico y la costa este de la América Británica. Cormac perteneció a los Asesinos antes de unirse a los Templarios, y se dedicó a cazar a sus antiguos hermanos, en el proceso viajando por Nueva York y los montes Apalaches y el océano Atlántico Norte.
Biografía
Vida temprana
Shay Cormac nació en algún momento en el año de 1731 en la ciudad de Nueva York, en una familia de inmigrantes irlandeses. Su madre murió en el parto, y como su padre era un marino mercante, a menudo se ausentaba de su hogar, Shay fue criado por su tía. Creció en la parte más conflictiva de la ciudad, para la suerte de Shay quien tenía el don para meterse en problemas, y estaba constantemente protegido por su amigo más cercano, .
Finalmente, Shay se unió a su padre en el mar, y aunque se perdió de la compañía de su amigo, él comenzó a entrenar en el manejo de la espada y su puntería a temprana edad, incluso yendo tan lejos que dio cara y mató a un capitán pirata que los atacaba, salvando el barco de su padre. Sin embargo, la tragedia lo golpeó en 1747, cuando una feroz tormenta se cobró la vida del padre de Shay y varios miembros de la tripulación.
Destrozado y desolado, Shay vagó por las calles de Nueva York, provocando peleas en las tabernas, hasta que fue ayudado una vez más por Liam, quien logró que su amigo volviera a la realidad. Más tarde ese año, Liam presentó a Shay a su mentor,Aquiles Davenport, y Shay se unió a la Hermandad no mucho después. Durante los próximos cuatro años, Shay se dedicó a la Orden y el Credo, sirviendo activamente. Sin embargo, él todavía cuestionó los motivos de los Asesinos y los de los Templarios, sus enemigos jurados. Con el tiempo, él expresó estas dudas, cuestionando a Liam acerca de la moralidad de las acciones de los Asesinos y Credo y el control cada vez más estrecho de su mentor hacia ellos.
En 1752, durante una misión en el Atlántico Norte, Shay y Liam se reunieron con su compañero Louis-Joseph Gaultier, Chevalier de La Vérendrye, que se suponía iba a reunirse con unos contrabandistas que transportan carga valiosa. Cuando los contrabandistas fueron interceptados y capturados por los británicos, Shay se infiltró en el campamento de los contrabandistas, eliminó a los guardias británicos, y se apoderó de la nave que los soldados habían usado, una corbeta de guerra llamado "Morrigan".
Tras la pista de los artefactos
Poco después, Shay y Liam volvieron a la Hacienda Davenport, sede de los Asesinos Coloniales, y fueron testigos de la llegada del legendario Asesino Adewale. Mientras que el ex pirata se reunió con Aquiles, Shay continuó su formación bajo la guía de Liam, Hope Jensen, y Kesegowaase, antes de reunirse con Aquiles para recibir su nueva misión: rastrear y adquirir dos artefactos misteriosos de la Primera Civilización, conocido como la caja y el manuscrito de los Precursores.
Después de reunirse con La Vérendrye y su informante Le Chasseur, Shay viajó por primera vez a Mount Vernon, hogar de Lawrence y George Washington, para interceptar un paquete que llegaba para Lawrence. Tras infiltrarse en los terrenos de la mansión, Shay descubrió el contenido del paquete que era una especie de rifle de aire comprimido y que terminó robando para él; luego Shay fue testigo de una reunión entre Lawrence y otros tres caballeros: Samuel Smith, James Wardrop, y Jack Weeks. Lawrence asignó la tarea a Smith y a Wardrop de proteger la caja y el manuscrito, respectivamente, antes de despedirse. Entonces Lawrence caminó por los jardines de su casa mientras se celebraba una fiesta, esto le dio la oportunidad de Shay de asesinarlo entre la multitud y escapar en su corbeta.
Unos meses más tarde, Shay rastreó a Samuel Smith en el mar, que trató de escapar con la caja en su poder. Aunque la goleta de Smith llevó al "Morrigan" en una persecusión por el Atlántico e incluso lanzó en aceite en llamas sobre las olas, Shay logró alcanzarlo y, finalmente, asesinó a Smith en la isla de Terra Nova, reclamando la caja para los Asesinos.
Dos años más tarde, en 1754, ya las tensiones entre los franceses y los británicos se intensificaron al borde de la guerra, Shay viajó a Albany, Nueva York, para eliminar a James Wardrop. Después de observar aWilliam Johnson y Benjamin Franklin en el Congreso de Albany, Shay llegó a encontrar y asesinar a Wardrop y recuperar el manuscrito, sin tomar en cuenta las alegaciones de Wardrop de que estaba poniendo en peligro al mundo.
Con los dos artefactos en su posesión, Shay y Hope pidieron la ayuda de Franklin para activar el dispositivo. Desgraciadamente, a Franklin le robaron los materiales para su pararrayos y Shay se comprometió a recuperar todo. Shay logró recuperar las piezas y Franklin creó un montaje para captar la energía de un rayo, Shay vio como la electricidad de la máquina de Franklin activó la caja. Una proyección del mundo apareció, una luz brillante apareció sobre la probable ubicación de un templo de la Primera Civilización en Lisboa, Portugal. Shay le informó a Aquiles, dandole la misión de viajar a Lisboa, investigar el templo, y traer de vuelta cualquier fragmento del Edén que pudiera encontrar en su interior.
Poco después, Shay y Liam volvieron a la Hacienda Davenport, sede de los Asesinos Coloniales, y fueron testigos de la llegada del legendario Asesino Adewale. Mientras que el ex pirata se reunió con Aquiles, Shay continuó su formación bajo la guía de Liam, Hope Jensen, y Kesegowaase, antes de reunirse con Aquiles para recibir su nueva misión: rastrear y adquirir dos artefactos misteriosos de la Primera Civilización, conocido como la caja y el manuscrito de los Precursores.
Después de reunirse con La Vérendrye y su informante Le Chasseur, Shay viajó por primera vez a Mount Vernon, hogar de Lawrence y George Washington, para interceptar un paquete que llegaba para Lawrence. Tras infiltrarse en los terrenos de la mansión, Shay descubrió el contenido del paquete que era una especie de rifle de aire comprimido y que terminó robando para él; luego Shay fue testigo de una reunión entre Lawrence y otros tres caballeros: Samuel Smith, James Wardrop, y Jack Weeks. Lawrence asignó la tarea a Smith y a Wardrop de proteger la caja y el manuscrito, respectivamente, antes de despedirse. Entonces Lawrence caminó por los jardines de su casa mientras se celebraba una fiesta, esto le dio la oportunidad de Shay de asesinarlo entre la multitud y escapar en su corbeta.
Unos meses más tarde, Shay rastreó a Samuel Smith en el mar, que trató de escapar con la caja en su poder. Aunque la goleta de Smith llevó al "Morrigan" en una persecusión por el Atlántico e incluso lanzó en aceite en llamas sobre las olas, Shay logró alcanzarlo y, finalmente, asesinó a Smith en la isla de Terra Nova, reclamando la caja para los Asesinos.
Dos años más tarde, en 1754, ya las tensiones entre los franceses y los británicos se intensificaron al borde de la guerra, Shay viajó a Albany, Nueva York, para eliminar a James Wardrop. Después de observar aWilliam Johnson y Benjamin Franklin en el Congreso de Albany, Shay llegó a encontrar y asesinar a Wardrop y recuperar el manuscrito, sin tomar en cuenta las alegaciones de Wardrop de que estaba poniendo en peligro al mundo.
Con los dos artefactos en su posesión, Shay y Hope pidieron la ayuda de Franklin para activar el dispositivo. Desgraciadamente, a Franklin le robaron los materiales para su pararrayos y Shay se comprometió a recuperar todo. Shay logró recuperar las piezas y Franklin creó un montaje para captar la energía de un rayo, Shay vio como la electricidad de la máquina de Franklin activó la caja. Una proyección del mundo apareció, una luz brillante apareció sobre la probable ubicación de un templo de la Primera Civilización en Lisboa, Portugal. Shay le informó a Aquiles, dandole la misión de viajar a Lisboa, investigar el templo, y traer de vuelta cualquier fragmento del Edén que pudiera encontrar en su interior.
Desastre en Lisboa
Al llegar a Europa en 1755, Shay se dirigió a la Catedral de los Santos en el corazón de Lisboa. A medida que el padre daba la misa, Shay se movía por el techo de la estructura y fue capaz de revelar la entrada al templo.
Shay se acercó al fragmento del Edén - un brillante artefacto con forma de estrella suspendida sobre un pedestal - y la quitó de su lugar. Sin embargo, la extracción de la pieza provocó un terremoto en toda la ciudad. Shay logró salir del templo, corrió a través de la ciudad mientras los edificios colapsaban y mataban a cientos de civiles al caer sobre ellos. Moviéndose rápidamente, Shay fue capaz de escapar y saltar al mar. Luego nadó hasta su barco y navegó para las colonias.
De vuelta en la Hacienda, Shay irrumpió en la casa y acusó a Aquiles de enviarlo a la misión sabiendo el peligro podría causar el quitar el fragmento de su lugar. Aunque Aquiles insistió en que no sabía nada sobre la posibilidad de desencadenar un terremoto, Shay sostuvo que lo mismo había sucedido en Puerto Príncipe, hace tres años, y que había matado a cientos de inocentes bajo la orden de Aquiles.
Negandose a servir bajo un hombre que podía tolerar la destrucción masiva de ciudades y la pérdida de vidas inocentes, Shay decidió robar el manuscrito para evitar que otras ciudades corrieran la misma suerte. Se infiltró furtivamente en la casa esa noche, Shay tomó el artefacto y estaba a punto de hacer su escape antes de que Aquiles le encontrara. Cuando el mentor trató de detener a su discipulo, los dos lucharon, y Shay saltó a través de una ventana rota. Con los Asesinos dando le caza en todo la Hacienda, Shay se dirigió a un acantilado con vista a la bahía antes de ser detenido por el resto de la Hermandad. Él intentó saltar al acantilado, pero Liam le disparó e hirió a su antiguo amigo en el hombro. Shay cayó a las rocas, y los Asesinos le creyeron muerto, y el manuscrito, perdido en el mar.
Al llegar a Europa en 1755, Shay se dirigió a la Catedral de los Santos en el corazón de Lisboa. A medida que el padre daba la misa, Shay se movía por el techo de la estructura y fue capaz de revelar la entrada al templo.
Shay se acercó al fragmento del Edén - un brillante artefacto con forma de estrella suspendida sobre un pedestal - y la quitó de su lugar. Sin embargo, la extracción de la pieza provocó un terremoto en toda la ciudad. Shay logró salir del templo, corrió a través de la ciudad mientras los edificios colapsaban y mataban a cientos de civiles al caer sobre ellos. Moviéndose rápidamente, Shay fue capaz de escapar y saltar al mar. Luego nadó hasta su barco y navegó para las colonias.
De vuelta en la Hacienda, Shay irrumpió en la casa y acusó a Aquiles de enviarlo a la misión sabiendo el peligro podría causar el quitar el fragmento de su lugar. Aunque Aquiles insistió en que no sabía nada sobre la posibilidad de desencadenar un terremoto, Shay sostuvo que lo mismo había sucedido en Puerto Príncipe, hace tres años, y que había matado a cientos de inocentes bajo la orden de Aquiles.
Negandose a servir bajo un hombre que podía tolerar la destrucción masiva de ciudades y la pérdida de vidas inocentes, Shay decidió robar el manuscrito para evitar que otras ciudades corrieran la misma suerte. Se infiltró furtivamente en la casa esa noche, Shay tomó el artefacto y estaba a punto de hacer su escape antes de que Aquiles le encontrara. Cuando el mentor trató de detener a su discipulo, los dos lucharon, y Shay saltó a través de una ventana rota. Con los Asesinos dando le caza en todo la Hacienda, Shay se dirigió a un acantilado con vista a la bahía antes de ser detenido por el resto de la Hermandad. Él intentó saltar al acantilado, pero Liam le disparó e hirió a su antiguo amigo en el hombro. Shay cayó a las rocas, y los Asesinos le creyeron muerto, y el manuscrito, perdido en el mar.
Encuentro con los Templarios
Algunas semanas más tarde, Shay se despertó en una casa en la ciudad de Nueva York, donde estaba siendo atendido por Barry y Cassidy Finnegan. Cuando la casa de los Finnegan fue atacada por miembros de una pandilla local, Shay llegó a su rescate y dio una paliza a los bandidos. Antes de ir a acabar con la banda, Cassidy le entregó las ropas que pertenecieron a su hijo, mientras que Barry le devolvía sus armas a Shay. Armado, una vez más, Shay atrapó a uno de los miembros de la pandilla y se enteró de la ubicación de su escondite.
Al infiltrarse al complejo, Shay bajó su bandera y mató a su líder, llevándolos fuera del barrio y dio el control a los británicos. Luego fue interceptado por George Monro, un coronel del ejército británico, que era amigo de la familia Finnegan. Caminando por las calles con el oficial, Shay captó un breve bosquejo de la filosofía de loTemplarios a través de las palabras de Monro. Los dos se reunieron una vez más en el hogar de los Finnegan y discuten su próximo movimiento para eliminar a la pandilla de la zona. Monro ordena a Shay detener la ejecución de Christopher Gist, uno de los aliados de Monro que la banda había capturado y tenían previsto colgarlo en breve. Shay consiguió detener la ejecución y matar a los miembros de la banda, salvando la vida de Gist.
Shay se sorprendió al darse cuenta de que la nave que usaba la pandilla no era otro que el de "Morrigan". Gist le sugirió reclamarla de nuevo, y mostró a Shay cómo eliminar los últimos miembros de la pandilla en la zona. Gist entonces reunió a sus hombres del barrio para ser la nueva tripulación del "Morrigan" y pidió que fuera su primer oficial, una oferta que el joven aceptó fácilmente. Los dos a continuación se dirigieron a Albany para completar otra tarea para Monro.
Se reunieron con el coronel en los muelles de Albany, ahí Shay se enteró de que un fuerte francés cercano estaba causando problemas significativos para las operaciones del coronel en la zona, así como que representaba una posible amenaza para la seguridad de la región. Después de asaltar un almacén cercano para obtener los recursos necesarios para hacer al "Morrigan" más poderoso, Shay atacó y sometió a la fortaleza y a todos los soldados que la protegían. Mientras se abría camino por el complejo, Shay irrumpió finalmente en la sala de guerra y encontró a su viejo amigo Le Chasseur, armado y esperándolo. Los dos se batieron en duelo, saliendo Shay victorioso, y Le Chasseur reveló que un grupo de delincuentes en Nueva York estaban detrás de la creación de un gas venenoso que planeaban utilizar contra el ejército británico. Decidido a detener a los criminales, Shay se dirigió de nuevo a la ciudad.
Ya de regresó a la ciudad, Shay se volvió a encontrar con Monro, quien le habló sobre una "mujer intimidante" que había les ordenado a un grupo de criminales preparar grandes lotes de gas tóxico dentro de la ciudad, y que esta poción se utilizaría contra la población civil, así como contra el ejército. Monro luego encomendó a Shay reunirse con Benjamin Franklin, tomándole poco tiempo en llegar a la casa del inventor, al mismo tiempo temiendo que su antigua amiga Hope había sido la mujer de la que habló Monro. Aunque Franklin se sorprendió al ver a su viejo aliado - ya que Hope le había dicho que Shay había simplemente "desaparecido" - sin embargo, le entregó al joven un prototipo de lanzagranadas que Hope le había pedido que hiciera. Shay llegó a localizar la fábrica de cerveza donde hacían el veneno, donde pudo destruir los tanques de gas con la ayuda del lanzagranadas, y finalmente le puso fin a la producción del veneno.
Después de terminar su misión, Shay se reunió con Monro y Gist en una azotea cercana, donde acordaron que las acciones de Shay habían salvado innumerables vidas. Mientras veían las ruinas y el humo de la fabrica destruida, se les unieron Jack Weeks y William Johnson, quien también felicitó a Shay debido a su trabajo, antes de que el grupo fuera a una taberna cercana para celebrar su pequeño éxito.
En el transcurso del próximo año, Shay apoyó al coronel, y por extensión los Templarios, en una gran variedad de maneras, demostrando ser un digno candidato para ser convertirse en un miembro más en la Orden.
Algunas semanas más tarde, Shay se despertó en una casa en la ciudad de Nueva York, donde estaba siendo atendido por Barry y Cassidy Finnegan. Cuando la casa de los Finnegan fue atacada por miembros de una pandilla local, Shay llegó a su rescate y dio una paliza a los bandidos. Antes de ir a acabar con la banda, Cassidy le entregó las ropas que pertenecieron a su hijo, mientras que Barry le devolvía sus armas a Shay. Armado, una vez más, Shay atrapó a uno de los miembros de la pandilla y se enteró de la ubicación de su escondite.
Al infiltrarse al complejo, Shay bajó su bandera y mató a su líder, llevándolos fuera del barrio y dio el control a los británicos. Luego fue interceptado por George Monro, un coronel del ejército británico, que era amigo de la familia Finnegan. Caminando por las calles con el oficial, Shay captó un breve bosquejo de la filosofía de loTemplarios a través de las palabras de Monro. Los dos se reunieron una vez más en el hogar de los Finnegan y discuten su próximo movimiento para eliminar a la pandilla de la zona. Monro ordena a Shay detener la ejecución de Christopher Gist, uno de los aliados de Monro que la banda había capturado y tenían previsto colgarlo en breve. Shay consiguió detener la ejecución y matar a los miembros de la banda, salvando la vida de Gist.
Shay se sorprendió al darse cuenta de que la nave que usaba la pandilla no era otro que el de "Morrigan". Gist le sugirió reclamarla de nuevo, y mostró a Shay cómo eliminar los últimos miembros de la pandilla en la zona. Gist entonces reunió a sus hombres del barrio para ser la nueva tripulación del "Morrigan" y pidió que fuera su primer oficial, una oferta que el joven aceptó fácilmente. Los dos a continuación se dirigieron a Albany para completar otra tarea para Monro.
Se reunieron con el coronel en los muelles de Albany, ahí Shay se enteró de que un fuerte francés cercano estaba causando problemas significativos para las operaciones del coronel en la zona, así como que representaba una posible amenaza para la seguridad de la región. Después de asaltar un almacén cercano para obtener los recursos necesarios para hacer al "Morrigan" más poderoso, Shay atacó y sometió a la fortaleza y a todos los soldados que la protegían. Mientras se abría camino por el complejo, Shay irrumpió finalmente en la sala de guerra y encontró a su viejo amigo Le Chasseur, armado y esperándolo. Los dos se batieron en duelo, saliendo Shay victorioso, y Le Chasseur reveló que un grupo de delincuentes en Nueva York estaban detrás de la creación de un gas venenoso que planeaban utilizar contra el ejército británico. Decidido a detener a los criminales, Shay se dirigió de nuevo a la ciudad.
Ya de regresó a la ciudad, Shay se volvió a encontrar con Monro, quien le habló sobre una "mujer intimidante" que había les ordenado a un grupo de criminales preparar grandes lotes de gas tóxico dentro de la ciudad, y que esta poción se utilizaría contra la población civil, así como contra el ejército. Monro luego encomendó a Shay reunirse con Benjamin Franklin, tomándole poco tiempo en llegar a la casa del inventor, al mismo tiempo temiendo que su antigua amiga Hope había sido la mujer de la que habló Monro. Aunque Franklin se sorprendió al ver a su viejo aliado - ya que Hope le había dicho que Shay había simplemente "desaparecido" - sin embargo, le entregó al joven un prototipo de lanzagranadas que Hope le había pedido que hiciera. Shay llegó a localizar la fábrica de cerveza donde hacían el veneno, donde pudo destruir los tanques de gas con la ayuda del lanzagranadas, y finalmente le puso fin a la producción del veneno.
Después de terminar su misión, Shay se reunió con Monro y Gist en una azotea cercana, donde acordaron que las acciones de Shay habían salvado innumerables vidas. Mientras veían las ruinas y el humo de la fabrica destruida, se les unieron Jack Weeks y William Johnson, quien también felicitó a Shay debido a su trabajo, antes de que el grupo fuera a una taberna cercana para celebrar su pequeño éxito.
En el transcurso del próximo año, Shay apoyó al coronel, y por extensión los Templarios, en una gran variedad de maneras, demostrando ser un digno candidato para ser convertirse en un miembro más en la Orden.
Asedio a Fort William Henry
Aproximadamente un año después de su deserción de los Asesinos, Shay entró al camarote del capitán de "Morrigan" y descubrió una extraña carta y un paquete. Al abrirlo, encontró el manuscrito en su interior. Shay luego leyó la carta, escrita por el coronel Monro, y descubrió la plena participación del funcionario en su rescate y recuperación después de los eventos sucedidos en la hacienda Davenport. Habían sido hombres de Monro quienes habían encontrado a Shay después de su caída en el océano, y luego lo llevaron a la casa de los Finnegan para sanar.
Leyendo, Shay se enteró de la asignación de Monro a Fort William Henry y las terribles condiciones que el coronel enfrentó en Albany. Una alianza franco-nativa ponía en peligro la seguridad de la fortaleza, y los refuerzos de William Johnson nunca había llegado para ayudar a las tropas de Monro. Sospechando que el Asesino Kesegowaase había participado en el ataque, zarpó para la posición de Monro. En su lugar, se encontró con Jack Weeks, quien habían estado esperando los refuerzos de Johnson en la orilla. Weeks después señaló Shay la dirección del grupo de Monro, patrullando en el bosque.
Luchando contra los acechadores de los Asesinos, Shay se reunió con el coronel y lo escoltó a la seguridad del "Morrigan". Cuando llegaron al barco, Kesegowaase apareció en la orilla, enfurecido porque Shay había sobrevivido y se alió con los templarios. Antes de que el Asesino pudiera saltar a la cubierta de la Morrigan, la tripulación lanzó un barril de pólvora en el muelle, donde explotó y marcó con una cicatriz el rostro de Kesegowaase.
Habiendo salvado Monro, Shay volvió su atención a sus aliados - el regimiento que iba a ser enviado de Johnson, quienes eran atacados por las fuerzas francesas; y la tribu Oneida, cuyo pueblo había sido atacado y capturado por matones de los Asesinos. Sin perder tiempo, Shay consiguió rápidamente ayudar a ambas partes, fortaleciendo del ejército de Monro. Con sus números reforzados, el coronel viajó a Albany, anticipando el inminente ataque franco-indio.
Algún tiempo después, Shay navegó a Albany, donde encontró a la ciudad siendo sitiada por el ejército francés. Con las tropas francesas y militantes asesinos asaltando los edificios de alrededor, Shay llegó a la fortaleza como Monro atravesando las hordas enemigas pasando inadvertido. Al ver Kesegowaase entre los atacantes, Shay le perseguió y logró derribarlo con un cañón Puckle, finalmente logró estrangularlo con su propia tomahawk.
Antes de morir, Kesegowaase, mostró el despreció que tenía por la nueva actitud templaria de Shay, al comentar que estaba perdiendo el tiempo, y que Monro ya estaba muerto. Cuando Shay exigió respuestas, Kesegowaase simplemente pronunció "Liam", antes de morir.
Temiendo lo peor, Shay corrió por la ciudad hacia los muelles, hasta que encontró una casa cercana envuelta en llamas. Después uno de los soldados de Monro le dijo Shay que su comandante estaba dentro todavía, Shay corrió hacia el edificio en llamas y llevó Monro exterior. Sin embargo, ya era demasiado tarde: Monro había sido mortalmente herido por Liam, y el manuscrito, que Shay le había dado poco antes, había sido robado. En sus últimos momentos, se quitó su anillo templario y se lo confió a Shay antes de sucumbir a sus heridas.
Más tarde, Shay fue incluido en el Rito colonial de la Orden del Temple ante el Gran Maestro Haytham Kenway y otros templarios, incluyendo Gist y Charles Lee.
Aproximadamente un año después de su deserción de los Asesinos, Shay entró al camarote del capitán de "Morrigan" y descubrió una extraña carta y un paquete. Al abrirlo, encontró el manuscrito en su interior. Shay luego leyó la carta, escrita por el coronel Monro, y descubrió la plena participación del funcionario en su rescate y recuperación después de los eventos sucedidos en la hacienda Davenport. Habían sido hombres de Monro quienes habían encontrado a Shay después de su caída en el océano, y luego lo llevaron a la casa de los Finnegan para sanar.
Leyendo, Shay se enteró de la asignación de Monro a Fort William Henry y las terribles condiciones que el coronel enfrentó en Albany. Una alianza franco-nativa ponía en peligro la seguridad de la fortaleza, y los refuerzos de William Johnson nunca había llegado para ayudar a las tropas de Monro. Sospechando que el Asesino Kesegowaase había participado en el ataque, zarpó para la posición de Monro. En su lugar, se encontró con Jack Weeks, quien habían estado esperando los refuerzos de Johnson en la orilla. Weeks después señaló Shay la dirección del grupo de Monro, patrullando en el bosque.
Luchando contra los acechadores de los Asesinos, Shay se reunió con el coronel y lo escoltó a la seguridad del "Morrigan". Cuando llegaron al barco, Kesegowaase apareció en la orilla, enfurecido porque Shay había sobrevivido y se alió con los templarios. Antes de que el Asesino pudiera saltar a la cubierta de la Morrigan, la tripulación lanzó un barril de pólvora en el muelle, donde explotó y marcó con una cicatriz el rostro de Kesegowaase.
Habiendo salvado Monro, Shay volvió su atención a sus aliados - el regimiento que iba a ser enviado de Johnson, quienes eran atacados por las fuerzas francesas; y la tribu Oneida, cuyo pueblo había sido atacado y capturado por matones de los Asesinos. Sin perder tiempo, Shay consiguió rápidamente ayudar a ambas partes, fortaleciendo del ejército de Monro. Con sus números reforzados, el coronel viajó a Albany, anticipando el inminente ataque franco-indio.
Algún tiempo después, Shay navegó a Albany, donde encontró a la ciudad siendo sitiada por el ejército francés. Con las tropas francesas y militantes asesinos asaltando los edificios de alrededor, Shay llegó a la fortaleza como Monro atravesando las hordas enemigas pasando inadvertido. Al ver Kesegowaase entre los atacantes, Shay le perseguió y logró derribarlo con un cañón Puckle, finalmente logró estrangularlo con su propia tomahawk.
Antes de morir, Kesegowaase, mostró el despreció que tenía por la nueva actitud templaria de Shay, al comentar que estaba perdiendo el tiempo, y que Monro ya estaba muerto. Cuando Shay exigió respuestas, Kesegowaase simplemente pronunció "Liam", antes de morir.
Temiendo lo peor, Shay corrió por la ciudad hacia los muelles, hasta que encontró una casa cercana envuelta en llamas. Después uno de los soldados de Monro le dijo Shay que su comandante estaba dentro todavía, Shay corrió hacia el edificio en llamas y llevó Monro exterior. Sin embargo, ya era demasiado tarde: Monro había sido mortalmente herido por Liam, y el manuscrito, que Shay le había dado poco antes, había sido robado. En sus últimos momentos, se quitó su anillo templario y se lo confió a Shay antes de sucumbir a sus heridas.
Más tarde, Shay fue incluido en el Rito colonial de la Orden del Temple ante el Gran Maestro Haytham Kenway y otros templarios, incluyendo Gist y Charles Lee.
Batalla de Louisbourg
En junio de 1758, al poco tiempo de ingresar formalmente a la Orden del Temple Shay le habló al Gran Maestro Haytham Kenway sobre sus experiencias con los Asesinos y con el yacimiento templario de Lisboa. Al terminar la conversación, Haytham le asigna la misión de ir al fuerte de Louisbourg.
Shay se reunió junto con Haytham y Gist cerca de Louisbourg con James Cook, capitán de un navío de guerra de la Royal Navy. Ahí ambos capitanes junto con el Gran Maestro hablaron sobre las repercusiones que podría tener el éxito o el fracaso de la batalla. Terminando de discutir el capitán Cook le cedió el mando de su nave para la batalla. Posteriormente Shay se dirigió al sitio de la batalla junto a dos aliados británicos hasta que encontró a la flota francesa y logró hundirla exitosamente. Tras la batalla Shay pudo ver al "Experto Crede" y a Adewale quien apoyaba a los franceses. Adewale les tendió una trampa en la cual fueron emboscados por varios brulotes y la restante flota francesa, pero Shay logró acabar con todos los enemigos dando pase a la flota británica de entrar al territorio francés. Desgraciadamente, Adewale huyó de la batalla provocando el enojo de Haytham y la promesa de Cormac de acabar con la vida de la leyenda del Caribe.
En junio de 1758, al poco tiempo de ingresar formalmente a la Orden del Temple Shay le habló al Gran Maestro Haytham Kenway sobre sus experiencias con los Asesinos y con el yacimiento templario de Lisboa. Al terminar la conversación, Haytham le asigna la misión de ir al fuerte de Louisbourg.
Shay se reunió junto con Haytham y Gist cerca de Louisbourg con James Cook, capitán de un navío de guerra de la Royal Navy. Ahí ambos capitanes junto con el Gran Maestro hablaron sobre las repercusiones que podría tener el éxito o el fracaso de la batalla. Terminando de discutir el capitán Cook le cedió el mando de su nave para la batalla. Posteriormente Shay se dirigió al sitio de la batalla junto a dos aliados británicos hasta que encontró a la flota francesa y logró hundirla exitosamente. Tras la batalla Shay pudo ver al "Experto Crede" y a Adewale quien apoyaba a los franceses. Adewale les tendió una trampa en la cual fueron emboscados por varios brulotes y la restante flota francesa, pero Shay logró acabar con todos los enemigos dando pase a la flota británica de entrar al territorio francés. Desgraciadamente, Adewale huyó de la batalla provocando el enojo de Haytham y la promesa de Cormac de acabar con la vida de la leyenda del Caribe.
Personalidad y características
Shay solía ser un joven temerario. No se tomó en serio su rol como Asesino y era frívolo; no por que no creyese en la causa, sino por que era joven e imprudente.Sin embargo, respetaba el Credo, especialmente con no matar civiles, cosa que se demostro cuando ocurrio el terremoto de Lisboa, hecho que le llevaria a unirse a los Templarios tras comprobar que Aquiles lo habia engañado.Para cuando se unio a la Orden Templaria, lo habia hecho para evitar la destruccion de ciudades, como Lisboa, pero con el paso del tiempo fue adoctrinado a la causa Templaria.Shay mostraba culpa cuando mataba a sus objetivos, posiblemente por sus relaciones amistosas, como Liam, Hope o Kesegowaase, aunque hubo casos en que disfrutaba, como con el Chevalier.
Shay solía ser un joven temerario. No se tomó en serio su rol como Asesino y era frívolo; no por que no creyese en la causa, sino por que era joven e imprudente.Sin embargo, respetaba el Credo, especialmente con no matar civiles, cosa que se demostro cuando ocurrio el terremoto de Lisboa, hecho que le llevaria a unirse a los Templarios tras comprobar que Aquiles lo habia engañado.Para cuando se unio a la Orden Templaria, lo habia hecho para evitar la destruccion de ciudades, como Lisboa, pero con el paso del tiempo fue adoctrinado a la causa Templaria.Shay mostraba culpa cuando mataba a sus objetivos, posiblemente por sus relaciones amistosas, como Liam, Hope o Kesegowaase, aunque hubo casos en que disfrutaba, como con el Chevalier.
Equipamiento y habilidades
Shay parecía ser un habilidoso capitán, adepto en la navegación del Morrigan por las heladas aguas del Atlántico del Norte y, al igual que los otros Asesinos previos a él, un corredor muy capaz. Shay también era un buen espadachín, utilizando dos armas a la vez de forma muy eficiente.
Entre su arsenal de armas, contaba con su hoja oculta, una espada larga emparejada con una daga, un lanzagranadas y un rifle de aire – siendo estos últimos dos prototipos desarrollados por la Orden Templaria.
Shay parecía ser un habilidoso capitán, adepto en la navegación del Morrigan por las heladas aguas del Atlántico del Norte y, al igual que los otros Asesinos previos a él, un corredor muy capaz. Shay también era un buen espadachín, utilizando dos armas a la vez de forma muy eficiente.
Entre su arsenal de armas, contaba con su hoja oculta, una espada larga emparejada con una daga, un lanzagranadas y un rifle de aire – siendo estos últimos dos prototipos desarrollados por la Orden Templaria.
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